La reconstrucción que requiere el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aquí en Tamaulipas, no es tarea de un solo hombre. Y así debe entenderlo el nuevo delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), quien asume esta cartera (hoy) para ocuparse del proceso electoral 2021-22. 

Se trata de Felipe Ángel González Alaniz (de origen neoleonés), quien mantiene una cercana relación con Alejandro Moreno Cárdenas desde que éste hizo proselitismo rumbo a la dirigencia partidista (2019). 

Llega a ocupar la vacante que durante meses estuvo disponible –pese al proceso para eligir diputados locales y ayuntamientos--, por el abandono de José Luis Garza Ochoa (antecesor suyo) a sus funciones, pues le atrajo (a ése) buscar la diputación federal por el décimo segundo distrito electoral de Nuevo León, más que contribuir a rescatar al priismo cuerudo. 

¡Total –habría dicho--, ‘es pedo de cada quién’! 

Ojalá y no piense lo mismo su paisano y atienda el reclamo de quienes todavía creen en la recuperación del membrete sin necesidad de alianzas o coaliciones, al menos que, en sus acuerdos, sea un priista el nominado a la candidatura gubernamental, como lo advierte Edgar Melhem Salinas. 

De otra forma, González Alaniz prácticamente sepultaría al tricolor acá en la entidad, al acariciar el membrete los 93 años de existencia. 

Su primera prueba rumbo al rescate partidista será la asistencia de los cuadros dispuestos a la recuperación del PRI; y obviamente su discurso en el entendido de que (él) viene a reproducir ‘la línea’ de ‘Alito’ con miras a la contienda que, formalmente, iniciará en +/- 20 días. 

Hasta donde sé, las invitaciones al evento fueron enviadas a todos los cuadros, por lo que será interesante observar la capacidad de convocatoria que aún tiene el PRI y la asistencia de figuras definidas por su sensibilidad, experiencia administrativa, madurez política y liderazgo. 

Habrá, por supuesto, quienes no asistan por razones laborales o quizá por tratarse solamente de un evento protocolario. 

Pero sí me queda en claro que hay un grupo de notables que rehúsa ir en alianza con el Partido Acción Nacional (PAN), en el entendido de que en el tricolor hay todavía mucha fuerza. 

Por eso no descarto que, en otros escenarios y ante Moreno Cárdenas hagan planteamientos conjuntos --en busca de la reivindicación tricolor--, al menos María del Carmen Guillén Vicente, Alejandro Etienne Llano, Enrique Cárdenas del Avellano, Ramiro Ramos Salinas, Óscar Santiago Luebbert Gutiérrez, Baltazar Manuel Hinojosa Ochoa y Homero Díaz Rodríguez. 

 Ellos, entre otros --¡pinche memoria ya me falla, quizá por los años! --, cuentan con liderazgo, trayectoria y respeto, por lo cual su decisión en aras de rescatar al PRI, trabajando en conjunto, seguramente tendría beneficios en el proceso que viene. 

De otra forma, al aliarse con el PAN, el PRI iría llanamente al sepulcro aquí en Tamaulipas. 

 Así que lo mejor, para la mentada gran familia revolucionaria, es pujar e impulsar la renovación en serio y en serie, so pena de ser un satélite más de la ultraderecha (PAN) o el priismo disfrazado de izquierda (morena). 

Y aquí preciso situaciones, recordando que, desde el mismo presidente de México y muchos integrantes del Congreso de la Unión, gobernadores y alcaldes o diputados locales, otrora fueron priistas. 

En fin, habrá que ver que dice González Alaniz. 

Pero lo cierto es que hay un grupo de notables priistas que iniciará una cruzada para impedir el entreguismo. 

Cicuta 

1) Erasmo González Robledo, en su informe, quiso ‘mostrar músculo’. Pero falló porque los reflectores fueron para Mario Martín Delgado Carrillo, quien anunció el ‘destape’ de morena para noviembre próximo. 

2) También falló al invitar a Maki Esther Ortiz Domínguez, pues le robó cámara, al apretujarse la alcaldesa con el dirigente nacional de morena. 

3) Arturo Díez Gutiérrez Navarro es víctima de malos estrategias, en la comunicación pues, cotidianamente, tiene eventos que no se reflejan en los medios de comunicación masiva. 

Correo: jusam_gg@hotmail.com 

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.